"... El Hada Blanca comenzó a darse cuenta de los cambios que se estaban produciendo. Estaba preocupada, no entendía el comportamiento de los humanos. Intentó hablar con el resto de los espíritus y convocar una reunión para buscar soluciones.
-Tenemos que hacer algo para salvar el bosque, decía. Hay que detener a los hombres. Muchos de nuestros hermanos están sufriendo.
Pero nadie le hacía caso. Gruñón se pasaba los días dormitando y no se enteraba de nada. Gigante sólo miraba para arriba pensando que, si seguía creciendo, pronto sería el dueño del cielo. En cuanto a Latín y Latón, estaban encantados, aprovechando el desorden y el abandono para ganar terreno. Por último, Julieta se pasaba los días cuchicheando y desacreditando al Hada:
-Blanca se ha vuelto loca. Está aburrida y por eso quiere asustarnos. Es mala, repetía a todas horas. Los hombres saben que somos muy fuertes y es imposible que rompan el pacto.
-Tenemos que hacer algo para salvar el bosque, decía. Hay que detener a los hombres. Muchos de nuestros hermanos están sufriendo.
Pero nadie le hacía caso. Gruñón se pasaba los días dormitando y no se enteraba de nada. Gigante sólo miraba para arriba pensando que, si seguía creciendo, pronto sería el dueño del cielo. En cuanto a Latín y Latón, estaban encantados, aprovechando el desorden y el abandono para ganar terreno. Por último, Julieta se pasaba los días cuchicheando y desacreditando al Hada:
-Blanca se ha vuelto loca. Está aburrida y por eso quiere asustarnos. Es mala, repetía a todas horas. Los hombres saben que somos muy fuertes y es imposible que rompan el pacto.
Y así fueron pasando los meses. Ni los Espíritus Verdes, ni ninguno de los moradores del bosque misterioso, quisieron prestar atención a las advertencias del Hada. Se convencieron de que aquello no iba con ellos. Estaban a gusto y miraban para otro lado" (El Bosque Engañado. Mercedes Moral).
Tendrá que hacernos la historia una vez más la famosa pregunta: ¿Pero cómo pudisteis permitirlo sin hacer nada?
Quiero creer, que como el Hada estamos confusos y no sabemos reaccionar. A mi modo de ver, una forma de hacer algo es hablar de lo que está pasando. Preguntarnos cómo hemos llegado hasta aquí.
No podemos seguir viviendo como si no ocurriera nada, cuando hay tantos millones de personas en paro. Aunque no entiendo de economía, sé perfectamente que cuando en una familia "normal" falta dinero, lo primero que se hace es reducir los gastos. Por mucho que quiten a funcionarios, pensionistas, dependientes y ricos, esto no podrá arreglarse mientras no disminuyan los gastos y sobre todo, mientras no comiencen a gestionar lo que hay de otra forma.
¡Seguro que las cosas se pueden hacer mejor!
Gracias por ese trocito de tu cuento. Y por ese sentido común.
ResponderEliminarMe temo que para algunos los gastos que hay que reducir no son los superfluos. Confiemos en que esta sociedad despierte pronto.
Un abrazo.