lunes, 26 de octubre de 2009

Mucho más allá de la Imagen

Hace tiempo que una maravillosa artista me había animado a leer "Frankenstein o el moderno Prometeo". Yo me resistía y nunca tenía tiempo. En el fondo, temía encontrarme con un relato de terror, lleno de horrores.
¡Qué equivocación! Es poesía pura, filosofía, un canto a la vida, a la amistad y al amor. Una obra de arte y de sabiduría.
A medida que iba avanzando en la lectura, comencé a preguntar a gente, que habitualmente "lee" mucho, si lo conocían. No le sonaba. Todos lo relacionaban con la película y como yo creían que era un simple relato de terror sin sentido.
Creo que en este mundo donde la imagen a veces lo es todo, Frankenstein puede enseñarnos a ir mucho más allá de las apariencias, a profundizar en los sentimientos, a escuchar, a dar las gracias por ser como somos; en fin, a recuperar una serie de valores necesarios para poder vivir la vida como auténticos seres humanos.
Si no lo habéis leído, ¡animaros!
Frankenstein o el moderno Prometeo. De Mary W. Shelley.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Aprender a mirar, Aprender a ver

¿Os habéis parado a pensar alguna vez la importancia que tiene el modo de mirar el mundo que nos rodea?

La capacidad de observación es una cualidad fabulosa, pero a mi juicio no se ejercita lo suficiente.

Una vez más caemos en el tópico "Es que yo soy muy despistado" Así van pasando los años y desperdiciamos una parte importantísima de nuestra vida por no habernos acostumbrado a abrir bien los ojos. ¡Qué lástima! Pudiendo convertir la vida en un juego de detectives, nos conformamos con ir por ahí de sonámbulos.

Es verdad que hay personas que son observadoras por naturaleza y que a otras por el contrario les resulta muy difícil retener determinadas cosas, pero ¿No os habéis dado cuenta de que cuando algo nos impresiona recordamos hasta los detalles más pequeños y podemos revivir las cosas de una forma vívida, como si nos estuviesen ocurriendo en ese momento? Esto quiere decir que tenemos una capacidad impresionante de observar y de aprender lo que vemos automáticamente.

Con frecuencia, cuando los científicos dicen que sólo hemos desarrollado un 10% de nuestro cerebro, me inquieto y me siento perpleja. "¡Lástima, lo que me debo de estar perdiendo...!" Bien, grandes sabios, dejad de ser agoreros y decidme de una vez ¿Qué puedo hacer para desarrollar todo ese maravilloso potencial que se supone que tengo?
Creo que la capacidad de observar es una de esas facultades subdesarrolladas y me he dado cuenta de que una forma fantástica de fomentar la observación es el dibujo. Así que estoy retomando de nuevo mis clases de dragones, princesas y duendes, que aunque seres fantásticos, en realidad no son más que "guiños" de un mundo mágico que nos rodea y que no hemos aprendido a ver.