miércoles, 7 de octubre de 2009

Aprender a mirar, Aprender a ver

¿Os habéis parado a pensar alguna vez la importancia que tiene el modo de mirar el mundo que nos rodea?

La capacidad de observación es una cualidad fabulosa, pero a mi juicio no se ejercita lo suficiente.

Una vez más caemos en el tópico "Es que yo soy muy despistado" Así van pasando los años y desperdiciamos una parte importantísima de nuestra vida por no habernos acostumbrado a abrir bien los ojos. ¡Qué lástima! Pudiendo convertir la vida en un juego de detectives, nos conformamos con ir por ahí de sonámbulos.

Es verdad que hay personas que son observadoras por naturaleza y que a otras por el contrario les resulta muy difícil retener determinadas cosas, pero ¿No os habéis dado cuenta de que cuando algo nos impresiona recordamos hasta los detalles más pequeños y podemos revivir las cosas de una forma vívida, como si nos estuviesen ocurriendo en ese momento? Esto quiere decir que tenemos una capacidad impresionante de observar y de aprender lo que vemos automáticamente.

Con frecuencia, cuando los científicos dicen que sólo hemos desarrollado un 10% de nuestro cerebro, me inquieto y me siento perpleja. "¡Lástima, lo que me debo de estar perdiendo...!" Bien, grandes sabios, dejad de ser agoreros y decidme de una vez ¿Qué puedo hacer para desarrollar todo ese maravilloso potencial que se supone que tengo?
Creo que la capacidad de observar es una de esas facultades subdesarrolladas y me he dado cuenta de que una forma fantástica de fomentar la observación es el dibujo. Así que estoy retomando de nuevo mis clases de dragones, princesas y duendes, que aunque seres fantásticos, en realidad no son más que "guiños" de un mundo mágico que nos rodea y que no hemos aprendido a ver.

1 comentario:

  1. Hermoso tu comentario. Y cierto. Como dice Oliver Sacks: “vemos con los ojos y vemos con el cerebro. Esta es la imaginación. El paisaje de nuestra imaginación es nuestro paisaje interior, con el que vivimos toda la vida”. Por supuesto que nuestros sentidos deben de ser educados para apreciar el mundo en todos sus matices, la sensibilidad; pero solo nuestro cerebro es capaz de transformar en dibujos nuestro propio mundo. Enhorabuena. Un saludo. Javier.

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