domingo, 12 de abril de 2020

12 de abril de 2020
¡Pascua de Resurrección!
Hoy tenía pensado reflexionar sobre las enseñanzas que podemos sacar de esta tragedia que estamos viviendo, pero he puesto la TV durante el desayuno y he cambiado de opinión. Ya reflexionaré sobre ésto otro día.
¿Por qué he cambiado? ¿Qué es lo que he visto u oído? Algo tan sencillo como el color. ¡Un color! Las presentadoras de la mañana de hoy, precisamente hoy, iban vestidas de riguroso negro...
Muchos pensarán que el negro es elegante y que es una forma de engalanarse para la fiesta.
¿De negro, por la mañana, el día de la Pascua? ¿Precisamente hoy que es un día para transmitir esperanza, para hablar de renacimiento, de resiliencia, de regeneración, de Vida? ¿Hoy, cuando tradicionalmente los niños juegan a encontrar los huevos de pascua, a comer chocolate, a estrenar la primavera? ¿Hoy, cuando se canta el Aleluya, se bendice el agua  y se enciende la luz de la esperanza? ¡Hoy! ¿De negro ...?
Yo no digo que la presentadora se vistiera de rojo, como hizo la ministra de trabajo para anunciarnos las dificultades que se nos avecinaban a los ciudadanos de a pie ¡No! ¡No! En este momento el rojo no sería adecuado;  pero hoy,  por la mañana, me habría gustado ver a las presentadoras de RTVE 1, vestidas de blanco, de verde o de cualquier otro color que no fuese el negro.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

¡Gracias! ¿Cuestión de puntos de vista?

Hoy escuché una noticia que en principio me llenó de perplejidad.
"Un millonario ha donado 20 millones de Euros a Cáritas. Se ha creado una gran polémica por este motivo..."
En un primer momento pensé, ¿Pero cómo puede parecerle mal a nadie el que alguien colabore con Cáritas?
Al no me haberme enterado bien, hice una búsqueda en Google y comencé a leer algunos comentarios:
 “Si quieres crear riqueza en tu país, abre con esos 20 millones una fábrica, da de comer a muchas empleadas y a sus familias y crea riqueza"... AllegraMag. Tiene razón, pensé.
Seguí leyendo:  “Amancio Ortega dona 20 millones a Cáritas. Ya ha hecho más que los sindicatos en toda su Historia”,  (@AnaLidiaGimeno). Esto también tiene sentido.
“¿Y si Amancio Ortega pagara sus impuestos en España en vez de en Irlanda y sus FÁBRICAS estuviesen AQUÍ ?”  Ramón Ortiz (@ramn_ortiz)
"Amancio Ortega, además de seguir creando empleo, dona 20 Millones a Caritas” (@rmarigorta).
"Es mejor hacer algo que nada", decían en mi familia.
De todo ésto he sacado en claro dos cosas:
1º En general somos implacables con los "otros". Exigimos que sean intachables, perfectos, sacrificados, humildes, desinteresados, generosos... Que no se conformen con dar las sobras. Probablemente si Amancio Ortega  no hubiese salido al extranjero a ampliar su negocio hoy no podría desprenderse de 20 millones de Euros.
2º A veces, basta reflexionar un poco e intercambiar algunas opiniones, para que lo que en principio parecía la verdad absoluta se transforme en algo cuestionable.
Cuestiones aparte, desde aquí quiero agradecer  a Amancio Ortega su generosidad porque 20 millones de Euros para los pobres son muchas buenas noticias, pero sobre todo quiero agradecerle el que gracias a su coraje haya  empresas españolas que, a día de hoy, crecen y se respetan en todo el mundo.

lunes, 12 de noviembre de 2012

¿Hay alternativas a la huelga?

Existe un ambiente de angustia generalizado. Es lógico. Por fin comenzamos a sentir lo que significa ser pobres, o lo que es peor, vivir en un lugar donde no hay recursos.
Ante una catástrofe natural, generalmente se ponen en marcha una serie de acciones solidarias, que ayudan a hacer mas llevadero el desastre. ¿A alguien se le ocurriría convocar una huelga después de un terremoto porque no hay agua, por ejemplo? Está claro que eso no lo haría ninguna persona con un mínimo de humanidad. En esos casos lo humano es construir, apoyar, ayudar, sumar.
No hace falte que describa una vez más los problemas con que nos encontramos en esta crisis. Cada uno de nosotros conoce de cerca alguna de las tragedias que se viven cada día.
Trabajo en sanidad, y he observado que hay pacientes que no pueden permitirse el pedir días libres para acudir al médico. “Prefiero morirme a perder mi empleo, que es el sustento de mi familia” he oído decir en más de una ocasión.
Ante una situación así, tenemos todo el derecho a estar indignados. Faltaría más. ¡Somos gente con corazón! Ahora bien, yo me pregunto ¿Es lícito hacer huelga de médicos en este momento? ¿Alguien cree que dejando de trabajar se arregla algo? ¿Qué puedo hacer yo como personal sanitario para ayudar? Se me ocurren algunas ideas:
  • Propongo que hagamos turnos extra para hacer protocolos en los que revisemos cada uno de los procesos para mejorar el rendimiento y que nos esforcemos por ponerlos en práctica de inmediato.
  • Propongo Optimizar los recursos, materiales y humanos. Cada uno de nosotros conoce mejor que nadie donde y como se puede ahorrar. Y que de forma objetiva transmitamos lo que sabemos a la administración.
  • Se me ocurre flexibilizar voluntariamente nuestros horarios para que ningún paciente se sienta en la necesidad de elegir entre su salud o su puesto de trabajo.
Esto para empezar.
No es cuestión de hablar, hay que hacer. Ofrecer soluciones concretas, propuestas alternativas a las proclamas incendiarias. Diciendo que los políticos son unos impresentables, que a dónde nos van a llegar, que sólo defienden sus intereses etc, etc, no aportamos nada.
Estamos en el siglo XXI con sus cosas buenas y malas. No podemos seguir anclados con los métodos de lucha del siglo IXX. Es hora de que el que tenga alternativas a la crispación y al acoso y derribo, las exponga públicamente.
Esto es una situación excepcional. Necesitamos la colaboración de todas las personas que quieran defender la sanidad construyendo, apoyando, ayudando, sumando.

sábado, 27 de octubre de 2012

O lo Tomas o lo Dejas

Casi no recuerdo el argumento de la película Candilejas. Me quedé con una idea vaga: La vida sin Pasión no es VIDA y la pasión se enciende con pequeños detalles. Pero lo que se grabó en mi alma para siempre fué esa maravillosa música. Creí que una melodía con tanto sentimiento unida al mimo de Charlot era algo insuperable.
Cuando ayer 26  de Octubre  ví bailar a Violeta Gago en el Festival Internacional  Art Drawis, cambié de parecer. Sin darme cuenta me había quedado en lo superficial. La vida en sí misma es PASIÓN. La pasión no es un adorno, es consustancial a la VIDA. Es la ley del todo o nada. O lo tomas o lo dejas. Si pretendemos quedarnos sólo con los dulces y tienos momentos, nos estamos perdiendo lo mejor.
Creo que a veces eso es lo que nos falta PASIÓN, COMPROMISO, ENTREGA, LUCHA; o lo que es lo mismo, amor desesperado por vivir cada minuto de nuestra vida en primera persona, con INTENSIDAD.


miércoles, 10 de octubre de 2012

Se Acabó el Oro

Esto no es de ahora. Sucedió hace muchos, muchos años...


jueves, 27 de septiembre de 2012

Solidaridad creativa

¡Por fín de vuelta!
Otros años me alegraba al terminar las vacaciones. No es que el verano no fuera una gozada, ni mucho menos. Por supuesto, me costaba volver a recuperar el ritmo, pero la vuelta tenía una algo de renovación que me llenaba de energía.
Este año me asusta el regreso. He estado agusto sin TV, ni radio, ni periódicos...
Nada más coger el avión, me he vuelto a encontrar de frente con la historia del rescate, de la crisis, de los líos del gobierno. Angustia, quejas, incertidumbres, culpas, desesperanza, pero ni una gotita de aliento. Depresión pura y dura.
Me gustaría que en los medios de comunicación se hablara de otras cosas. Se podrían plantear posibles soluciones,  alternativas,  proyectos. Estudios comparativos de cómo se trabaja o se funciona en otros paises que no tienen el problema del paro que tenemos aquí, por ejemplo.
Se anuncia un otoño caliente. ¿Alguien cree que con manifestaciones y huelgas vamos a solucionar algo?
De momento, el turismo es de las pocas cosas que funcinan y es nuestra responsabilidad evitar que también ese sector se hunda.
Pero entonces, ¿No podemos hacer nada? Creo que la mejor forma de ayudar a esta España nuesta a salir adelante es trabajar cada uno, en lo que sepa, lo mejor que pueda. Y trabajar quiere decir dar lo mejor de nosotros para crear o mejorar algo a cambio principalmente de sentirnos útiles. Hay quien a esto le llama esclavitud, yo prefiero lamarlo solidaridad creativa.
Por cierto, ¿Alguien sabe por qué todo el aceite de oliva español que se vende en USA está envasado en Italia? ¿Por qué nuestros maravillosos productos alimenticios no se comercializan en el extranjero? Los quesos, los vinos... Es dificilísimo encontrar por ahí un atún en conserva que valga la pena, por ejemplo.
Si algo caracteriza el carácter de nuestra pueblo es la creatividad y la fuerza. Esa es la verdadera Marca España.  Es una pena que no seamos conscientes de nuestra valía. Pensad lo que darían los gurús del mundo por tener a su disposición una pócima que les administrara chispa, ingenio y alegría sin ningún tipo de efectos secundarios....

jueves, 26 de julio de 2012

Y ahora ¿Qué?

Han comenzado los recortes y se observan las primeras reacciones. Está claro que ha aumentado la incertidumbre, el desconcierto y el miedo. Son sentimientos sinceros y espontáneos que me parecen inevitables.
Miedo a perder el trabajo, miedo a perder la familia, porque tus seres queridos tienen que emigrar. Miedo a no tener una jubilación digna. Miedo a perder la salud... miedo al mañana. Auténtico miedo.
Incertidumbre y Desconcierto. Sí, un desconcierto enorme: Pero, ¿Cómo es posible? Siempre nos toca los mismos. ¿"Esto" son las famosas reformas estructurales? ¿Cuándo se lo van a tomar en serio? ¿No han comprendido que ya ha pasado el tiempo de los Señores Feudales y que 17 + 2 “Reinos de Taifas” son demasiados? ¿Es qué todo va a seguir igual? Yo creía que ahora sería diferente… ¿Alguien sabe qué puedo hacer con mis ahorros? etc,etc.
Hay otras reacciones, que no siempre me parecen tan sinceras y que además pueden resultar muy peligrosas. Me refiero a la indignación. Es fácil llamar al descontento y alimentar el resentimiento y la ira. Estas son reacciones que a mi modo de ver no nos podemos permitir. No olvidemos que los estados de ánimo son muy contagiosos.
La mayoría de nosotros no somos gestores, no tenemos responsabilidades políticas directas y lo único que podemos hacer es mantenernos firmes y trabajar unidos para salvar los servicios públicos y lo poquito que nos queda de este nuestro País. Trabajar y afear e impedir las conductas insolidarias e irresponsables, que nos rodean, sean de quien sean, pero teniendo siempre presente que solidarizarse no es un grito, ni un gesto, es una acción.